Comprender el compromiso de Paulo Freire con una propuesta de educación liberadora de calidad social para todos y con la Pedagogía del oprimido ciertamente nos lleva a intentar comprender el porqué de este compromiso profundo.
En un primer momento, este hecho puede asociarse con el estado de ánimo que reinaba en el noreste de Brasil, donde el desarrollismo nacional alentó a la población, especialmente a sus intelectuales, militantes de los movimientos sociales, en un intento por lograr un proceso de transformación social. Personas como Celso Furtado, Dom Helder Câmara, Miguel Arrais y Paulo Freire fueron figuras clave en este proceso, que contaron con el apoyo de pensadores nacionales e internacionales. Además, el presidente João Goulart abrió espacios para estos cambios, señalando la posibilidad de reformas básicas. Fueron los años 60 cuando intentaron hacer emerger un Brasil diferente, más humano y socialmente justo. Luego vino el golpe de 1964 y Paulo Freire estuvo exiliado en la embajada de Bolivia, en países como Chile y Estados Unidos, en distintos países africanos hasta eventualmente llegar a ser asesor del Consejo Mundial de Iglesias en Bélgica. Sembró las semillas de su propuesta en los lugares donde fue, por lo cual incluso recibió honores en los Estados Unidos. Allí fue nombrado Doctor Honoris Causa en varias Universidades y enseñó en la Universidad de Harvard. Ciertamente la trayectoria que lo llevó a ser conocido como mecenas de la Educación Mundial y como el gran Educador del Siglo tiene mucho que ver con estos datos.
Sin embargo, aparte de esta historia de vida profesional y militancia social, hay que tener en cuenta sus propios orígenes como persona humana en los momentos iniciales de su vida. Como relata su propia madre en un libro de bebés, Paulo nació en un momento en que “su papá estaba muy enfermo, sin esperanzas de establecerse, Paulinho casi habría quedado huérfano al nacer”, hecho que ocurrió el 19 de septiembre de 1921. Nacido en Recife, capital del estado de Pernambuco, tuvo que cambiar de domicilio y comenzó a vivir en el municipio de Jaboatão y, a los 13 años, sintió el dolor de perder a su padre. En ese momento, él y su familia ya sufría dificultades para sobrevivir e incluso pasaban hambre, como narra en su obra Pedagogia dos Sonhos Possíveis (Pedagogía de los sueños posibles). En esta obra, en uno de sus capítulos, luego de narrar un hecho vivido en un momento en el que él y sus hermanos pasaban hambre, expresa lo siguiente:
“Pienso en niños hambrientos, niños traicionados, niñas vilipendiadas en las calles de este país y de otros continentes. Niños y niñas que están inventando otro país. Y nosotros, las personas mayores, tenemos que ayudar a estos niños y niñas a rehacer Brasil. Con esta convicción y este sueño les hablo y termino mi discurso. Ayudemos a estos niños a reinventar el mundo”. (Freire, 2001, p. 88-89).
Luego entro yo como personaje en esta historia. Conocí a Paulo Freire cuando era militante del Movimiento Estudiantil Universitario, específicamente de la Juventud Universitaria Católica. Él era un educador cristiano y católico y actualmente estaba dando pasos para lanzar su primer gran experimento en el municipio de Angicos, un municipio de Rio Grande do Norte. Nos conocimos al amanecer en el pasillo de un colegio de monjas después de una mala noche de sueño. Un desconocido me miró y me llamó: “niño ven aquí”. Me preguntó respetuosamente quién era yo y cuál era mi historia, y escuchaba con atención. Luego él comenzó a contar chistes y se reía de lo que estaba hablando… bromas políticas, vale la pena señalar. Que me haya llamado “niño” me deja un primer recuerdo de él. He compartido otros momentos con él, y siempre fue un oyente, humilde, paciente y profundamente esperanzado.
No sé si ser niño, despertado por él en mi juventud, me llevó a acercarme a los jóvenes y a los niños en el sentido de servir y educar. Soy de Ceará de nacimiento y vine a Maranhão en 1970, y aquí tuve la oportunidad de vivir experiencias magistrales como profesor universitario. También pude conocer otras experiencias de educación básica, o mejor dicho, en la etapa de educación infantil. En el año 1988, de la mano de mi amigo Pedro Demo, entonces presidente de OMEP Brasil, se me pidió crear un núcleo omepiano en Maranhão.
Desde el principio, recordando la enseñanza freireana, buscamos, como niño designado por él, poner en práctica lo aprendido. Iniciamos nuestro trabajo en la lucha por la Asamblea Constituyente del Estado; participamos activamente en la experiencia local de ECO 92; con el apoyo del gobierno canadiense, creamos la primera ludoteca en Maranhão mediante el proyecto una ludoteca por la paz; en respuesta a una solicitud de la Organización de Naciones Unidas, a través de OMEP Brasil, desarrollamos la encuesta Niñez y Medio Ambiente, con la que escuchamos cómo los niños veían el tema ambiental. Valió la pena.
Todo ello con las Escuelas Comunitarias, las más necesitadas de apoyo, ubicadas en las zonas más pobres de la capital del estado, São Luís, y sin dejar de luchar por una escuela pública y de calidad para todos. Confieso que todo esto me dio una educación en relación a la realidad social y, a través de OMEP/MA, expreso mi más profundo agradecimiento por la condición de ser omepiano.
Finalmente, en honor a Paulo Freire en el centenario de su nacimiento, quisiera dejar un discurso que pueda servir a todos en el sentido de reinventar su obra:
“La retoma de la infancia, buscando comprender mi acto de leer el mundo privado en el que me moví y hasta qué punto no ser traicionado por la memoria es absolutamente significativo para mí, en este esfuerzo que me estoy integrando para recrear y revivir en el texto. Escribo, la experiencia en la que aún no he leído la palabra” (Freire, 1982, p. 11).
Recreemos, vivamos la esperanza, la autonomía, la indignación y todo lo demás que nos dejó en sus formulaciones pedagógicas.
Viva Paulo Freire.
Bibliografía
FREIRE, Ana Maria (organizadora) (2001). Pedagogía de los sueños posibles. São Paulo: Editora UNESP
FREIRE, Paulo (1982). La importancia del acto de leer. São Paulo: Cortez / Autores asociados GADOTTI, Moacir (1996). Paulo Freire a Bibliografía. São Paulo: Cortez / Instituto Paulo Freire. Brasilia: UNESCO.

Roberto Mauro Gurgel Rocha es el vicepresidente de OMEP Brasil, vicepresidente del Conselho Estadual de Educação do Maranhão, Ingeniero Agrónomo y Sociólogo, Profesor Universitario en la Universidade Federal do Maranhão, Ambientalista, Militante Social por la Infancia, fue Coordinador Nacional de Extensión Universitaria. Tiene 20 libros publicados. Es miembros actual del Fórum Estadual de Educação Ambiental y de la Fundação Justiça e Paz da Igreja. Participa del Pacto Educacional Global lanzado por el Papa Francisco.
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